Pese al imparable proceso de digitalización que ha transformado la industria de la comunicación visual, la producción gráfica sigue desempeñando un papel muy importante dentro del ámbito del diseño gráfico. Los medios impresos – prensa, revistas, exterior, carteles, folletos, catálogos, flyers, etc – siguen demandando la presencia de diseñadores gráficos que dominen el proceso de producción gráfica. La realización de artes finales, la fotomecánica, los sistemas de impresión, los acabados o la encuadernación, son técnicas y procesos que exigen conocimientos específicos. Agencias de publicidad, estudios de diseño gráfico, editoriales e imprentas demandan constantemente diseñadores especializados en el área de la producción gráfica. Por esa razón formarse en el área de la producción gráfica puede ser una inversión muy rentable para los jóvenes que quieren emprender su carrera profesional en el ámbito del diseño gráfico.
El proceso de producción gráfica
El proceso de producción gráfica es un proceso complejo que integra numerosas fases. Se inicia con la redacción del briefing por parte del cliente y concluye con la entrega del producto impreso. A continuación vamos a describir las fases que componen dicho proceso.
1ª. Planificación estratégica
El diseñador se reúne con el cliente para recibir el briefing. El cliente debe transmitir al diseñador gráfico la información esencial para ponerse a trabajar: objetivo a cumplir, público objetivo, número de ejemplares, sistema de impresión y plazos de entrega. Es el momento de presupuestar el proyecto y de establecer un calendario.
2ª Propuesta creativa
Una vez aprobado el presupuesto, el diseñador gráfico debe crear un proyecto que ofrezca una solución integral al cliente, definiendo las características técnicas: formato, tipo de material, sistema de impresión, acabado, plazos de producción, etc. El diseñador debe presentar un boceto, asegurándose de que su propuesta se ajusta al presupuesto presentado inicialmente. En algunos casos, es prácticamente imposible calcular un presupuesto sin antes haber realizado al menos un pre-boceto. Por ejemplo, el coste de producción de un packaging no se puede presupuestar hasta que no se decide el diseño definitivo. O el precio de un acabado tampoco se puede presupuestar hasta que no se haya concretado el tipo de acabado: barniz, plastificado, reserva UVI, etc.
3ª. Realización de artes finales
Cuando el cliente aprueba el boceto del diseño, el diseñador gráfico debe realizar los artes finales utilizando herramientas como Photoshop, Illustrator o inDesign. Es el llamado proceso de preimpresión, es decir, la preparación del documento para su entrada en máquinas. El arte final debe incluir todas las especificaciones técnicas requeridas por la imprenta, como, por ejemplo, los perfiles de color, las líneas de corte, las tipografías o la resolución de las imágenes. Los profesionales de la imprenta deberán no obstante chequear que el documento entregado reúne todas las especificaciones requeridas.
4º. Pruebas de color
Antes de imprimir todos los ejemplares, la imprenta realiza una prueba de color, que consiste en una prueba impresa donde el diseñador puede verificar que la calidad del trabajo una vez terminado será la esperada. Tanto la imprenta como el diseñador pueden detectar en la prueba de color posibles errores o imperfecciones que podrán subsanarse fácilmente con la realización de un nuevo arte final.
5ª Impresión
Una vez aprobada la prueba del color – es conveniente enseñársela previamente al cliente para contar con su aprobación – la imprenta procede a la impresión de todos los ejemplares encargados. Los sistemas de producción son múltiples y variados. Los más comunes son offset e impresión digital, pero también existen la serigrafía, la tampografía, la flexografía, el huecograbado, la xilografía o la litografía.
6ª. Acabado
Algunos trabajos requieren un acabado especial. Por ejemplo, plastificados, barnices, reservas UVI, golpes en seco, estampaciones en relieve, hendidos, trepados, troqueles, etc. Un acabado de calidad eleva el nivel del trabajo realizado y proyecta una imagen de elegancia y exclusividad.
7ª. Manipulación
En función de las características del proyecto en algunos casos es necesario manipular los ejemplares impresos. Es un proceso que en muchos casos debe realizarse manualmente y exige un alto grado de concentración. El manipulado puede consistir, por ejemplo, en el doblado (acordeón, puerta, francés o carta), el encuadernado (encolado, grapado, grabado a caballete, cosido, espiral o pegado), el troquelado o el guillotinado.
8ª. Distribución y entrega
El diseñador gráfico no puede descuidar ni un detalle. Por eso debe asegurarse de que los ejemplares impresos se entregan en el lugar y en la fecha acordados con el cliente. Para ello debe cerciorarse de que la imprenta le ofrece este servicio.
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