¿Quién no ha oído hablar a estas alturas de la Inteligencia Artificial? Las redes sociales bombardean constantemente noticias sobre la revolución que va a provocar el uso de la Inteligencia Artificial en numerosos ámbitos de nuestra vida.
La educación, el arte o la medicina ya llevan años coqueteando con la Inteligencia Artificial y lo que está claro es que de una u otra forma su impacto será espectacular.
Ante este panorama, muchos nos preguntamos qué efecto va a tener esta revolución sobre la creatividad. En otras palabras, ¿Llegará a sustituir algún día la Inteligencia Artificial a la creatividad?
¿QUÉ ES LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL?
La inteligencia artificial (IA) es una rama de la informática que busca crear sistemas capaces de realizar tareas que, hasta ahora, requerían de la inteligencia humana. Esto incluye el procesamiento del lenguaje natural, el reconocimiento de patrones, la toma de decisiones y la percepción visual.
La IA se basa en algoritmos y modelos matemáticos para simular el razonamiento y el aprendizaje. Utiliza técnicas como el aprendizaje automático (machine learning), donde las máquinas aprenden de los datos, y el aprendizaje profundo (deep learning), que emplea redes neuronales complejas para interpretar grandes cantidades de información.
Estas tecnologías permiten que las máquinas mejoren su desempeño con la experiencia, adaptándose a nuevas situaciones con una mínima intervención humana. La IA tiene aplicaciones en numerosos campos, como la medicina, la robótica, el marketing digital, la seguridad informática y más, transformando radicalmente la forma en que vivimos y trabajamos.
¿qué piensa ChatGPT de todo esto?
Para intentar responder a esta pregunta, decidimos preguntarle directamente a un modelo de lenguaje basado en Inteligencia Artificial. ¿Qué respondería el archifamoso ChatGPT?
Así que entramos en su web y le preguntamos sin rodeos si la Inteligencia Artificial acabaría con la creatividad. Su respuesta fue un texto de 228 palabras que empezaba así: “No, es poco probable que la inteligencia artificial acabe con la creatividad. Aunque la IA ha demostrado una gran habilidad para imitar y producir trabajos que se asemejan a los creados por humanos, la creatividad humana es mucho más compleja que simplemente producir resultados similares”.
Lo cierto es que el simple hecho de ver surgir en la pantalla en pocos segundos un texto pulcramente redactado, con una estructura perfectamente organizada, impresiona.
Parece magia. La respuesta de ChatGPT es concluyente: la creatividad es un proceso no lineal, altamente personalizado que implica la exploración, la intuición y el juicio crítico. Sin embargo, resulta paradójico que sea precisamente un sistema basado en Inteligencia Artificial el que exprese esa afirmación con tanta “sinceridad».
Luke Skywalker, la fuerza y la Inteligencia Artificial
La literatura y el cine han abordado el tema de la Inteligencia Artificial en numerosas ocasiones. Desde la publicación del “Frankenstein” de Mary Shelley en 1818 la literatura, y posteriormente, el cine, no han cesado de producir obras que han reflejado el anhelo humano de crear un ser artificial.
Desde entonces, muchas han sido las obras que han explorado la posibilidad de crear máquinas que pudieran producir razonamientos similares a los de un cerebro humano. En la literatura, “Yo, Robot” (1950) de Isaac Asimov, Neuromante (1984) de William Gibson o “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (1968) de Phillip K. Dick son sólo algunos ejemplos.
En el cine, la lista se amplía, entre otras razones por versionar algunas de las novelas más aclamadas: “Metrópolis» (1927) de Fritz Lang, “2001: una odisea en el espacio” (1968) de Stanley Kubrick, “Blade Runner” (1982) de Ridley Scott, “Terminator” (1984) de James Cameron, Matrix (1999) dirigida por Lilly Wachowski y Lana Wachowski, Wall-E (2008) de Andrew Stanton o “Her” (2013) de Spike Jonze son películas que sin duda muchos conservamos en la retina.
En todas ellas se plantea una cuestión difícil de esquivar: ¿la inteligencia artificial podrá algún día someternos o incluso exterminarnos? Quizás algún día tengamos la respuesta.
Hay una película, no obstante, que propone otros futuros posibles. En la primera película de la saga Star Wars (1977), la renombrada más adelante como “Star Wars Episodio IV: Una nueva esperanza”, hay una escena que vislumbra un camino diferente.
Cuando, al final de la película, Luke Skywalker se adentra en solitario a la Estrella de la Muerte para destruirla, resuena en su interior la voz de Obi-Wan Kenobi: “Utiliza la fuerza, Luke”.
En ese momento, Luke desconecta su computadora y decide confiar en su intuición. Aquel gesto puede interpretarse como una metáfora del triunfo de los sentimientos sobre los datos, de lo humano sobre lo artificial.
¿Ya no será necesario aprender creatividad?
Muchos jóvenes se preguntan si ya no será necesario aprender materias asociadas a la creatividad, como diseño gráfico, diseño web o creatividad publicitaria. Piensan que esas tareas serán ejecutadas pronto por herramientas informáticas y que no será necesaria la participación humana.
Por extensión, sospechan que estudiar esas disciplinas ya no es hoy una decisión inteligente. Vamos a analizarlo.
Es evidente que el impacto de la Inteligencia Artificial en actividades como el diseño gráfico, la redacción publicitaria, el marketing digital o el diseño web va a ser notable. Parece incuestionable que la Inteligencia Artificial va a estar presente en diversas fases del proceso creativo.
La Inteligencia Artificial puede automatizar tareas y permitir que este proceso sea más eficiente. Por ejemplo, la Inteligencia Artificial puede ayudarnos en un brainstorming para buscar datos que nos inspiren o puede encontrar imágenes que nos sirvan de referencia.
Pero a día de hoy es muy improbable que la Inteligencia Artificial piense por nosotros y ofrezca una idea personalizada para un briefing concreto.
Aunque la Inteligencia Artificial ofrece resultados impresionantes, carece de la capacidad de pensar “fuera de la caja”, y por tanto de generar ideas originales o pensar de forma creativa. El humor, la ironía, la suspicacia o la analogía no parecen tener presencia en la Inteligencia Artificial, diseñada específicamente para procesar datos y seguir patrones.
En este contexto, estudiar materias asociadas a la creatividad parece una inversión más que rentable, sobre todo teniendo en cuenta que la Inteligencia Artificial además puede dar un nuevo impulso a sectores como la publicidad, el diseño gráfico o el marketing digital.
La redacción publicitaria y la Inteligencia Artificial
Una de las actividades sobre las que más se especula sobre el impacto que ejercerá la Inteligencia Artificial es el copywriting, la redacción publicitaria. La creación de textos para posicionar palabras clave que atraigan la atención de los usuarios en sus búsquedas en Google ya está generando un controvertido debate.
Aquí podemos detectar dos grupos: los defensores de los textos genéricos cuya principal objetivo es inundar la red de contenido; y por otra parte, los defensores de los textos personalizados, que persiguen captar la atención de una audiencia concreta. Cantidad vs. calidad.
La primera opción se sustenta sobre la base de una tesis un tanto inquietante: textos escritos por robots para ser leídos por otro robot, es decir, Google.
La segunda opción defiende la idea de alcanzar a un público específico con un mensaje muy concreto. Sin embargo, en una sociedad cada vez más digitalizada, es probable que ambas estrategias sean necesarias y se complementen.
En el primer caso, es más que posible que herramientas como ChatGPT puedan sustituir a la actividad humana, aunque siempre será necesaria una revisión final. Si hablamos del segundo caso, es prácticamente imposible que a día de hoy ningún modelo de lenguaje de Inteligencia Artificial pueda expresar con exactitud lo que una mente humana quiere comunicar y cómo lo quiere comunicar.
En otras palabras, repetir y asociar datos no es lo mismo que crear nuevas ideas, ni mostrar información es lo mismo que emocionar.
La aparición de nuevos modelos de lenguaje como ChatGPT hay que contemplarlo como una excelente noticia para los redactores, y no como una amenaza. Posiblemente su irrupción sea comparable al impacto que provocaron en su día la aparición de los ordenadores, los editores de texto o las redes sociales.
La actividad se transforma, pero no desaparece. Al contrario, como ha quedado demostrado, se potencia y genera nuevos perfiles profesionales que demandan una formación especializada.
La Inteligencia Artificial en la enseñanza de la creatividad
Los centros de formación que imparten cursos de diseño gráfico, creatividad publicitaria, diseño web o marketing digital deberán tener muy en cuenta a partir de ahora la Inteligencia Artificial en sus programas académicos. Tanto en el contenido de sus temarios como en la implantación de su metodología.
En Aula Creactiva estamos convencidos de que el uso de la Inteligencia Artificial aumentará la eficiencia en los procesos creativos y mejorará la calidad de las ideas. Por eso tanto los diseñadores gráficos como los creativos publicitarios deberán integrar la Inteligencia Artificial en sus procesos y sistemas de trabajo.
La Inteligencia Artificial está llamada a ser una herramienta muy útil para los profesionales que han convertido la creatividad en su modo de vida, pero parece improbable que llegue a sustituir algún día a la creatividad. Sólo los seres humanos son capaces de crear a partir de su imaginación y sus experiencias personales.
Además la creatividad requiere perspicacia, habilidades emocionales, sensibilidad e intuición, cualidades exclusivamente humanas y necesarias para explorar nuevas ideas y perspectivas. Asimismo la creatividad requiere soft skills como el trabajo en equipo, la resiliencia, la resolución de conflictos, la comunicación o el pensamiento crítico.
Ahora te lanzamos esta pregunta: ¿Quién crees que ha escrito este texto, ChatGPT o un ser humano?