Recientemente he participado en un evento global de Service Design en Ibiza, toda una experiencia de aprendizaje, donde pude descubrir de primera mano el proceso creativo que se sirve de la metodología de Design Thinking para mejorar procesos y servicios, arrojando en la actualidad resultados sorprendentes en todos los ámbitos de negocio.
Los diseñadores destacan por poseer una habilidad por encima de todas: son curiosos y observadores. La figura del diseñador adquiere hoy en día un papel de vital importancia para las empresas puesto que éste se encuentra en el punto de mira de los empleadores, los cuales demandan perfiles creativos capaces de resolver problemas complejos desde la experiencia y la visión de un diseñador. Según Tim Brown, CEO y presidente de la consultora de diseño IDEO, precursor del Design Thinking, los diseñadores disponen de un pensamiento global, suelen ser empáticos y les gusta experimentar como método de trabajo, son optimistas y prefieren trabajar en equipo. Esta actitud está asociada a la generación “millennial”, que engloba a los nacidos entre el año 1980 y 2000.
El Design Thinking aplicado al Service Design, permite aportar diferentes puntos de vista aunando la experiencia de multitud de perfiles profesionales tales como ingenieros, empresarios, publicistas, ejecutivos, comerciales, artistas, arquitectos… El diseño analítico de unos, unido al diseño intiuitivo propio de los diseñadores, convergen en un espacio en el que se encuentran los conceptos con los que crear soluciones más disruptivas e innovadoras. El Design Thinking representa una forma de pensar colaborativa por medio de técnicas de co-creación, que desde un punto de vista estructuralmente muy sencillo, facilita el poder identificar grupos de ideas categorizándolas en clusters mediante la elaboración de mapas de afinidad. La comunicación visual es indispensable en este proceso, resulta fundamental poder dar visiblilidad a estas ideas mediante el uso de post-its, dibujos, gráficos, garabatos, ilustraciones…
En conclusión, la constante revolución creativa en la que vivimos inmersos hoy en día, pide la evolución del marketing a la hora de mejorar procesos y servicios para las empresas, pasa por aplicar metodologías creativas asociadas al pensamiento de los diseñadores, partiendo de la co-creación y la empatía como fuentes principales de intervención, tanto mediante el uso de workshops en los que poder identificar de manera detallada las características principales de la vivencia de los perfiles de los usuarios finales o target, en medio de una atmósfera de creatividad e innovación, que se apoya en técnicas manuales y el empleo de post-its como base de la ejecución de este modelo que resulta a todas luces didáctico y eficaz. Te animo a profundizar en el Service Design y explotar las metodologías del Design Thinking en tus procesos creativos.
Carlos Roldán Gutiérrez • Creative Designer • www.reko.es
Ex alumno del Máster de Creatividad Publicitaria
Artículo publicado en la Revista Creactiva nº06