Ya conoces las ventajas e inconvenientes de ser diseñador freelance. ¿Y qué diferencias hay con respecto a trabajar como diseñador en una agencia o en el departamento de marketing y publicidad de una empresa? Hoy vamos a enfrentar estas dos alternativas: trabajo como diseñador en oficina o freelance. Conoce los aspectos a favor y en contra de cada uno.
¿Es mejor ser diseñador freelance o trabajar en una oficina?
Como vimos en un artículo anterior, entre las ventajas de ser diseñador gráfico o web se encuentra la posibilidad de elegir si quieres trabajar como freelance o para el departamento de marketing y publicidad de una empresa o en una agencia especializada. Es decir, si prefieres realizar tu trabajo como autónomo o por cuenta ajena. Incluso hay quienes combinan ambas opciones.
Lo que está claro es que, como suele suceder en todo, tanto una alternativa como la otra tiene sus pros y sus contras como veremos después.
Por ello la pregunta de si es mejor ser diseñador freelance o trabajar en una oficina tiene difícil respuesta. Esto dependerá de muchos factores, y sobre todo, de tus prioridades y del tipo de personalidad que tengas.
Lo cierto es que cuanto mejor sea tu formación más capacidades podrás desarrollar. Así, una formación multidisciplinar te permitirá optar a un mejor puesto de trabajo si prefieres entrar en una empresa, y ofrecer más posibilidades a tus clientes si te decantas por ser freelance.
Diseñador freelance vs. diseñador de oficina: ventajas e inconvenientes
Creatividad
Un elemento clave para cualquier tipo de diseñador es la creatividad.
Trabajar en una oficina puede resultar en algunas ocasiones un hándicap para desarrollar la creatividad con plena libertad. Es más frecuente que pueda verse limitada por los condicionantes de tus jefes. Y si trabajas para una empresa que se centra en un sector determinado, tus proyectos siempre irán enfocados a ese campo, algo que también te puede terminar aburriendo y merme tu creatividad.
Sin embargo, el trabajo en equipo es muy importante para que fluyan las ideas. La comunicación directa y el trabajo en conjunto facilita la elaboración de proyectos de calidad y con un gran aporte creativo. Por ello dependerá de si te resulta más cómodo y gratificante trabajar en equipo, o por el contrario eres una persona más independiente.
En cambio, si eres diseñador freelance, al ser tu propio jefe podrás dar rienda suelta a tu creatividad. O al menos relativamente, ya que también dependerá de las preferencias del cliente, del presupuesto, etc. Lo bueno es que en este caso siempre puedes aportar tus ideas directamente, sin la limitación de jefes o intermediarios.
Por contra, no tienes la aportación del trabajo en equipo. Aunque también es frecuente trabajar online con otras personas de distintos perfiles en el mismo proyecto.
Independencia
En la misma línea que el apartado anterior, lógicamente trabajar en una agencia de diseño o marketing, como para cualquier otra empresa, te restará autonomía. No tendrás capacidad para aceptar o rechazar un proyecto ni podrás negociar.
Trabajar para una empresa también requiere de mayor planificación ya que tus tareas diarias están supeditadas a las exigencias de tus jefes.
Cuando eres diseñador freelance puedes jugar con una serie de ventajas en este aspecto. Eso sí, siempre que puedas permitírtelo porque ya tengas una amplia cartera de clientes o goces de cierto estatus profesional. Tu independencia te permitirá negociar y ser más selectivo con los proyectos. Pero hasta llegar a ese punto necesitarás tener una amplia trayectoria (o disponer de otros medios económicos).
En cuanto a la planificación, si eres freelance serás tú quien decida cómo organizarse con cada proyecto que lleves entre manos.
Horarios
Al trabajar en una oficina, por lo general, tendrás unos horarios que cumplir diariamente. Hay empresas que ofrecen cierta flexibilidad en la jornada laboral, permitiendo por ejemplo entrar o salir del trabajo dentro de un margen de horas.
Siendo freelance, en cambio, tienes la posibilidad de gestionar tu propio horario de trabajo de la misma forma que lo haces con la planificación de los proyectos. Lo fundamental es tenerlos a tiempo para la fecha de entrega pactada con el cliente.
Ambos casos tienen sus ventajas y sus inconvenientes. Si estás en la oficina, haces tu trabajo y te marchas a tu hora de salida. Si eres freelance tienes que tener mucha disciplina para que sea así, ya que el tener tu propio horario a veces puede volverse en tu contra y termines acumulando trabajo para última hora. Además tendrás que ocuparte de otro tipo de gestiones que no tendrías que hacer si trabajas por cuenta ajena, lo cual es tiempo añadido.
Desplazamiento
Lógicamente si trabajas en una oficina tienes que desplazarte a diario, con el trastorno de tiempo y dinero que eso supone.
Sin embargo, tienes la ventaja de contar con un lugar donde trabajar en equipo y también, muy importante, socializar.
Por el contrario, si eres freelance te evitas los desplazamientos, lo cual supone un ahorro de tiempo y de dinero. Esto significa que también puedes tener más tiempo libre si te organizas bien y mantienes una disciplina diaria. Pero como decimos, ser freelance puede ser un arma de doble filo.
En cuanto a las reuniones con los clientes o con otros colaboradores con los que trabajes, prácticamente siempre serán online. Otras serán en la empresa del cliente o incluso puedes reservar espacios de trabajo para casos puntuales. Eso sí, si trabajas en casa puede que eches en falta la socialización que ofrece el contacto directo.
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