El diseño de experiencia de usuario es una profesión en la que nunca dejamos de aprender. Cada proyecto es un nuevo reto con problemas diferentes. Para evitar atascarse durante el proceso de trabajo, es importante no perder de vista estas 4 reglas de oro:
1. Diseñador UX como mediador entre las necesidades de la marca y las necesidades del usuario
El diseñador UX siempre se encuentra a mitad de camino entre la marca y el usuario. En muchas ocasiones, la marca tiene un presupuesto limitado y necesita la solución para ayer.
Como diseñadores UX queremos aplicar un exhaustivo proceso de investigación para detectar exactamente las necesidades del usuario. Sin embargo, habitualmente las campañas de marketing presuponen determinadas acciones sin tener en cuenta el análisis previo del usuario.
Investigar las necesidades del usuario nos permitirá confirmar si nuestras hipótesis eran correctas o si estábamos confundidos. Detectar los problemas reales de nuestra audiencia a tiempo es fundamental para el éxito de todo el proyecto.
2. Definir el problema antes de abordar la solución
En ocasiones, determinados proyectos no terminan de captar clientes y las empresas no entienden el por qué. En muchos casos el diagnóstico del problema estaba equivocado. Como diseñadores ux debemos volver al punto inicial y replantear de nuevo cuál es la necesidad o el problema del usuario. Así podremos diseñar una nueva solución que realmente ayude al usuario.
Es fácil distraerse con las infinitas posibilidades que ofrece el diseño. Sin embargo, la investigación inicial es fundamental para descubrir insights y diseñar pensando en los problemas reales del usuario.
3. No perder de vista los límites
En nuestro sector, los plazos son muy limitados. A la hora de llevar a cabo una investigación ux debemos tener en cuenta límites como tiempo, presupuesto, equipo, tecnología…En base a estos factores, adaptaremos nuestro proceso de trabajo.
No podemos llevar a cabo un proceso ux demasiado ambicioso si no contamos con recursos suficientes. Para que sea viable, hay que adaptarse a los límites de cada proyecto sin que esto nos impida descubrir los pain points de los usuarios.
4. Iterar para mejorar
Los diseñadores siempre soñamos con que nuestros diseños triunfen a la primera, sin cambios. Sin embargo, la experiencia de usuario evoluciona constantemente y exige una mejora continua. Nuestro trabajo nunca termina con la primera entrega. Mediante la iteración, testamos un prototipo, aprendemos y lo mejoramos. Se trata de una conversación constante con el usuario con el objetivo de adaptar el producto a sus necesidades.
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